Tuesday, December 27, 2005
SENSORIUM DEI
“Finalmente se detuvo mi viaje. Me sentí una imponente masa de sensaciones y estímulos, y me era imposible determinar el límite entre yo y el resto. Se podría decir que me transforme en lo que Newton llamaba el "sensorium dei": en los sentidos de dios. Era un ser continuo, único, indivisible, indestructible, perfecto, transparente, estaba en todos los lugares al mismo tiempo, no es que fuera a la velocidad de la luz de un lado para otro. No. Estaba en todos los lugares. A su vez era todo el tiempo ¡al mismo tiempo!; era el pasado, el presente, y el futuro del lugar al que había llegado, el cual era un pequeño mundo, que quedaba en un pequeño espacio, en el cual acontecía una corta e insólita historia.
De a poco aprendí a condensarme…
A todas las cosas podía verlas desde adentro o afuera y desde ahí elegir la perspectiva que más me acomodara, desde aproximarme a una silla y aumentar el foco hasta lograr observar e interactuar con lo que parecían ser sus átomos, o alejarme y ver toda la escena desde arriba como si estuviera en el espacio, y ver a las personas transformadas en hormigas, podía alejarme aún más hasta hacer desaparecer todo el paisaje y yo transformarme nuevamente en un ente que es succionado pero esta vez en sentido contrario, en ese punto yo me detenía y me introducía nuevamente en el paisaje y la historia, podía elegir estar en cualquier rincón, atravesar las cosas, las murallas, los cerros, el mar, incluso a las personas que protagonizan los acontecimientos, mi cuerpo era aquella parte que podía mover tan rápido como podía pensar…
…Pero lo extraño, y debo reconocer que me causaba bastante impotencia, era que nada ni nadie se diera cuenta de mi presencia”.
Subscribe to:
Post Comments (Atom)
No comments:
Post a Comment